He creado esta lista de 10 consejos para hacer cerveza en casa. Esto te ayudará rápidamente y evitarás cometer los errores que yo cometí al principio. Te ayudará a conseguir resultados bastante buenos desde el primer intento.
1. Investiga bien
La primera lección que debes aprender (primera regla de oro) es que elaborar cerveza artesana es mitad arte y mitad ciencia. Para la segunda parte debes de recurrir a fuentes confiables como libros (no que hayan sido copiados de libros antiguos), Maestros cerveceros con experiencia y utilizar los valiosos recursos o calculadoras cerveceras que hay en internet. Foros de discusión, blogs con información de cerveceros con experiencia y software.
Después puedes centrarte en elaborar un tipo específico de cerveza e ir ajustando la receta y los ingredientes hasta que te quede perfecta. Con tu toque especial.
2. Mantén una higiene escrupulosa
Hay que mantener la higiene y desinfección durante todo el proceso, desde la obtención del mosto hasta tapar la última botella. No me gusta descubrir que a la hora de catar mi cerveza hecha con tanta ilusión, está contaminada por bacterias, gérmenes o suciedad. La etapa más crítica está cuando tenemos el mosto frío y listo para echar la levadura. Para fermentar, a la levadura no le gusta competir con otro microorganismo.
3. Utilizar siempre ingredientes frescos y de primera calidad
Es la segunda regla de oro de una gran cerveza casera. Por ejemplo, el lúpulo en flor y no más de 1 o 2 años de estar cosechado, envasado al vacío y en el congelador. La levadura mejor líquida y en la nevera. La Malta en grano y tú mismo lo mueles.
4. Hervir el mosto, mínimo 1 hora
Debe hervir entre 60 y 90 minutos. Se coagulan proteínas que no queremos que lleguen a la cerveza. Libera los aceites y aromas de los lúpulos. Evapora compuestos no deseados. Y lo más importante, esteriliza el mosto.
5. Enfriar el mosto lo más rápido posible
Una forma de disminuir el riesgo de contaminación es enfriar el mosto rápidamente. Los rangos más peligrosos están entre los 30 y los 37 °C (aunque depende de cada bacteria en particular). El tiempo ideal para enfriar unos 18 litros sería 20 minutos. Hay serpentines a buen precio y que facilitan esta tarea.
6. Intenta elaborar cervezas oscuras
¿Por qué? Porque las cervezas oscuras ayudan a disimular algún defectillo cuando estamos empezando, ya que tienen un rico perfil de sabor que ayuda a camuflar.
7. Si puedes, fermenta en vidrio
Todos los kits de elaboración incluyen cubos de plástico alimentario porque son más baratos. Sin embargo, los de cristal o fermentadores como el de la foto son más fáciles de limpiar. No son porosos ni se rayan, por lo que no pueden acumular bacterias ni aire que estropeen la cerveza.
8. Regular la temperatura durante la fermentación
Primero, ponerla a fermentar en un sitio fresco y tranquilo. Algo que hacía al principio era humedecer una toalla en agua fría y la colocaba al rededor del fermentador. Esto lo hacía cada 12 horas. Ahora tengo un frigorífico con regulador de temperatura donde cabe perfectamente el cubo de fermentación.
9. Comprar las herramientas de elaboración a largo plazo
Mis primeros intentos los hice con un kit de 8 litros. A medida que le fui cogiendo el tranquillo y estaba seguro de que era lo que quería hacer el resto de mi vida, fui comprando mejores herramientas y amplié el volumen a 40 litros. Cuando tenía la fábrica, en ese quipo elaboraba las nuevas cervezas y cuando estaba seguro del resultado ya pasaba a elaborar un gran lote sin temor.
Por mi experiencia, para ahorrar dinero y si deseas dar el salto, es mejor invertir desde un principio en una olla grande de cocción, un buen enfriador y un buen depósito de fermentación. No te pongas a hacer inventos por ahorrar.
10. Tercera regla de oro, mantén una ficha de elaboración.
Da igual la receta que sea. Toma nota de los ingredientes que usas, la cantidad y el resultado. Imagínate que te quedó espectacular, consultas la ficha y la puedes replicar. O quieres hacer una variación para mejorarla o cambiar un ingrediente y compara ese ingrediente.
Bueno, no digo más que me estoy yendo de la lengua.
Es crucial elaborar una birra “buena” desde el principio y no desanimarse en los primeros intentos. Al no ser un fracaso total, te sentirás motivado hasta alcanzar la perfección.
Adquirir ciertos hábitos desde el principio, por ejemplo uno de ellos, dedicarse a pensar que tipo de cerveza quieres, qué color, que grado alcohólico. Luego, buscar una receta que te dé ese resultado e intenta replicarla, siguiendo mis 10 consejos.
Si lo haces así, seguro llegarás a las grandes ligas de las cervezas excepcionales.
¡Salud!
P.D. El arte es coger el corazón en la mano y que guie tu cuerpo a expresar lo que llevas dentro.
"Para evitar que tus birras terminen sin fuerza, sin espuma o con defectos, como por ejemplo, por la mala fermentación, hay que cambiar la perspectiva y comprender los fundamentos. Ejecutar con precisión los procesos (sin cometer fallos) es la clave para diseñar tu propia receta y que terminen como las has imaginado. Cometer errores es parte del aprendizaje, pero comprender por qué ocurrieron y cómo evitarlos la próxima vez es clave para mejorar."